Reporte de investigación preliminar:
La lingüística aplicada en el Instituto Superior de Traductores
e Intérpretes (ISTI) de la Escuela Superior Autónoma de Amberes,
Bélgica.
Kristof Demeyere
I. Introducción.
Hace unos cincuenta años nació una nueva perspectiva, dimensión de la lingüística que se tituló ‘lingüística aplicada’. Hoy en día esta nueva perspectiva se ha convertido en el estudio del conjunto de las llamadas ciencias del lenguaje. Todos estamos confrontados con los resultados de dicho estudio diariamente – en los discursos políticos, en los textos persuasivos, en la publicidad, en el aprendizaje de las lenguas, etc. – no obstante poca gente, incluso trabajadores y practicantes del lenguaje, se atreve a dar una definición de la lingüística aplicada. Por lo tanto, es menester intentar elucidar los quehaceres y la definición de esta nueva dimensión.
Este proyecto tiene como objetivo investigar qué se entiende bajo el término ‘lingüística aplicada’ desde una perspectiva multidisciplinaria. ¿En qué aspectos se diferencia la lingüística de la lingüística aplicada? ¿Se puede considerar la lingüística aplicada como una rama de la lingüística general? ¿De qué bases teóricas se sirve la lingüística aplicada para llevar a cabo sus investigaciones? ¿Quién hace lingüística aplicada? El presente estudio, dentro del marco de una investigación más amplia sobre la naturaleza de la lingüística aplicada, busca encontrar una respuesta a estas preguntas y algunas más.
II. Revisión de la literatura.
En esta sección intentaré resumir y elucidar las soluciones que pretenden proveer distintos autores para nuestra pregunta de investigación. En cinco documentos (véase infra), que reflexionan sobre la identidad de la lingüística aplicada frente a la lingüística general, se encuentran dos modelos para definir estas disciplinas estrechamente vinculadas. Unos autores (Davies, Bouton) consideran la lingüística aplicada como "transvase" de la teoría lingüística a un nuevo objeto de análisis ('linguistics applied') mientras otros (Payrató, Gabbiani) la perciben como una disciplina que desarrolla su propia teorización para la solución de problemas sociales prácticos ("applied linguistics”). Se podría decir que la diferencia básica entre la lingüística y la lingüística aplicada consiste en que la primera sale de su teoría y busca profundizar esta teoría, mientras que la segunda quiere ofrecer explicaciones y soluciones para problemas institucionales en cuanto al lenguaje. Sin embargo no hay que entender la lingüística aplicada como antónimo de la lingüística general. La lingüística aplicada no se subordina a la teoría del lenguaje; se sirve de ella, la (re)construye y la completa de manera interdisciplinaria.
La enseñanza y el aprendizaje de lenguas han sido unos de los primeros objetos de estudio de la lingüística aplicada y siguen siendo unas de sus ocupaciones más importantes. No obstante, en las últimas décadas el temario se ha ido ampliando de tal manera que hoy en día se considera más bien como una dimensión de investigación presente en todas las ramas de las llamadas ciencias del lenguaje. Esta dimensión de investigación se ocupa de las mismas actividades de cualquier ciencia aplicada: la investigación (teórico-práctica) aplicada, la mediación entre la teoría (como abstracción, autónoma) y la praxis (como actividad finalista).
Una característica esencial de la lingüística aplicada es su interdisciplinariedad. Se podría decir que la lingüística aplicada estudia todas intersecciones entre una ciencia dada (sociología, psicología, etnología) y el lenguaje ante un problema práctico. De esta manera, la lingüística aplicada se sirve de otras disciplinas para capturar y estudiar problemas prácticos relacionado con el lenguaje humano en todos sus aspectos. Así se crearon muchas subáreas de la lingüística aplicada, todas con su propia teorización y métodos de aplicación. Esta amplitud de intersecciones, debido a la variedad de las funciones sociales que desempeña el lenguaje humano, causa problemas a la hora de delimitar la lingüística aplicada. O sea, parece que estudia todo y nada. Por eso conviene concebirla como dimensión de investigación, de carácter mediador, que utiliza métodos de investigación tanto interpretativistas como positivistas.
III. Investigación y metodología.
Nuestra investigación se llevó a cabo en forma de una entrevista escrita y se concibe como un estudio cualitativo. Para llegar a un mejor entendimiento de nuestro problema, me pareció oportuno entrevistar a expertos que trabajan dentro de la dimensión de la lingüística aplicada. Para la selección de los sujetos se aplicó el criterio de que los diversos candidatos consideran su trabajo e investigaciones como parte de la lingüística aplicada. La primera idea de un criterio de selección era que los candidatos tenían que considerarse como lingüistas aplicados para así obtener un cuerpo homogéneo de informantes. Sin embargo, en la realidad resulta poco fructuoso este criterio debido al hecho de que muy poca gente se presenta como ‘lingüista aplicado’.
Más bien son expertos en otros campos de las ciencias del lenguaje
o las ciencias humanas que se han dedicado al estudio del lenguaje dentro
de un contexto social. Mediante sus experiencia profesional han tenido una
formación informal en la lingüística aplicada, pero básicamente
siguien considerándose como filólogos, antropólogos,
traductores, etc. Los informantes se buscaron principalmente en el Instituto
Superior de Traductores e Interprétes (ISTI) de la Escuela Superior
Autónoma de Amberes, Bélgica. A los informantes les presentamos
las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál sería el elemento esencial
para usted en una definición de la lingüística aplicada?
2. ¿Qué significa para usted la dimensión de la lingüística
aplicada en su trabajo o investigaciones?
3. ¿Dónde obtiene usted las bases teóricas para llevar
a cabo sus trabajos de lingüística aplicada?
4. ¿Cuál es para usted la ventaja más grande de trabajar
en esta dimensión de las ciencias humanas?
5. ¿Cuáles son para usted los retos más grandes de la
lingüística aplicada en el futuro?
6. ¿A quienes de sus colegas describiría como lingüistas
aplicados? ¿Por qué?
Obtuve las direcciones de e-mail de los docentes mediante el sitio web de esta institución, www.hivt.ha.be. Los 35 docentes de los distintos departamentos (alemán, árabe, chino, danés, español, francés, griego, inglés, italiano, portugués, y ruso) recibieron el cuestionario (véase appendix). El tiempo provisto para la colección de datos fue de dos semanas. En cuanto a factores demográficos del cuerpo de posibles informantes, cabe mencionar que la mitad tiene grado de doctor en el área de humanidades, y que el cuerpo docente del ISTI se podría considerar como bastante joven.
Llegar a una muestra representativa para nuestra investigación ha resultado una tarea bastante difícil. Sólo un 12 %, cuatro docentes del cuerpo de posibles informantes respondió al cuestionario. Esta reservación se podría atribuir al hecho de que ninguno de ellos tiene una formación formal en Lingüística Aplicada, y que prefieren no responder en lugar de exponer visiones que les podrían desprestigiar. Este hecho demuestra la falta de carreras en Lingüística Aplicada en Bélgica. Ni siquiera en el llamado ‘departamento de Lingüística Aplicada’ de la Escuela Superior Autónoma de Amberes hay docentes que se consideran lingüistas aplicados como tales. No obstante, Bélgica como país trilingüe (flamenco, francés, alemán) es el objeto de muchos estudios sobre lenguas en contacto. Investigando la interpretación del término ‘linguística aplicada’ en Bélgica, se nota que este término se reserva básicamente para denominar institutos de traducción e interpretación y disciplinas afines. Sólo en algunos centros universitarios, como la Universidad Católica de Lovaina y la Universidad Humanista de Bruselas, hay investigaciones y asignaturas que interpretan la lingüística aplicada en un sentido más amplio.
Por tales razones, me veo obligado a concebir este estudio como una investigación exploratoria. Sin embargo, los datos me proporcionan algunas observaciones válidas que podrían servir como base para futuras investigaciones más amplias. Para el análisis de datos, se buscaron patrones similares en las respuestas, y semejanzas con los puntos de vista expuestos por los autores en la sección de revisión de literatura.
IV. Resultados.
Con la primera pregunta intenté elucidar cuál consideran los informantes el quehacer básico o el elemento central de la lingüística aplicada. Las respuestas son diferentes perose pueden relacionar con las opiniones de los autores revisados. En este sentido, dos respuestas coinciden con Bouton en que perciben la lingüística aplicada como ‘aplicación práctica de la teoría lingüística’. Sin embargo, atribuyen esas aplicaciones a diferentes objetos. Para uno es la exclusiva aplicación a la enseñanza o la enseñanza de traducción, mientras que el otro informante propone ‘la aplicación de conceptos lingüísticos a manifestaciones concretas de la lengua que aparecen en un contexto determinado. Esta última visión se acerca más a la dimensión pragmática de la lingüística (aplicada) que comenta Davies y deja espacio a una interpretación social (Payrató) . Otro informante niega la existencia de la lingüística aplicada, y propone el término ‘Didáctica de lenguas extranjeras.’ Esta sugerencia muestra semejanzas con la percepción de la lingüística aplicada en Uruguay, donde se propone el término ‘pedagogía lingüística’ (Gabbiani). Argumenta que el término ‘Didáctica de lenguas extranjeras’ es mucho más amplio, y que no hace falta distinguir entre lingüística y lingüística aplicada, dado que tal distinción tampoco se hace en campos relacionados como la literatura, etc. La importancia del aspecto social y comunicativo de la lingüística aplicada que propone Payrató es ilustrado en la respuesta del cuarto informante que define la lingüística aplicada como ‘estudio de la comunicación humana’.
La segunda pregunta ilustra la dimensión
de la lingüística aplicada en los trabajos de los docentes del
ISTI. Casi todos coinciden en que sirve como medio para mejorar la eficiencia
y calidad de sus clases. Un informante señala que la lingüística
aplicada le sirve para desarrollar métodos eficaces de enseñanza
de la grámatica del francés, y para sus investigaciones y publicaciones
sobre la enseñanza de lenguas extranjeras en general. Otro informante
menciona la importancia de la lingüística aplicada en su investigación
sobre el gerundio no perifrático en español y sus traducciones
al neerlandés. La dimensión de la lingüística aplicada
es evidente en el marco teórico que parte de la lingüística
cognitiva con el objetivo de arrojar luz sobre el comportamiento del gerundio
en español para proporcionar reglas claras para estudiantes de ELE.
Por otra parte, la dimensión social y el carácter interdisciplinario
de la lingüística aplicada que menciona Payrató se hace
evidente en la siguiente respuesta de otro informante: ‘[...] Una herramienta
al lado de otras. [Funciona como] medio para despejar dudas en la comunicación.’
Otro informante describe la utilidad de la lingüística aplicada
en sus clases con el ejemplo de la redacción de una lista de giros
idiomáticos, o el uso de técnicas del análisis contrastivo
en sus clases de traducción.
La tercera pregunta, ‘¿Dónde obtiene usted las bases teóricas
para llevar a cabo sus trabajos de lingüística aplicada?’, resultó
bastante difícil para los informantes. Un informante menciona la didáctica
como base teórica para su trabajo (enseñanza de francés
como lengua extranjera), mientras los demás aplican conceptos más
amplios. Otro informante menciona que encuentra las nociones teóricas
para sus investigaciones sobre lexicografía en las obras de los ‘clásicos’,
filólogos y lingüistas (teóricos), como Gili Gaya, Cárdenas,
R. Seco. Esta idea corresponde a la visión reduccionista de la lingüística
aplicada expuesta en Payrató, que argumenta que esta disciplina careciera
de teorización propia y que por lo tanto tiene que servirse de las
teorías de la lingüística teórica. Los demás
informantes, sin embargo, señalan la importancia de revistas especializadas
de traducción en las cuales ‘aparecen cada vez más artículos
que se basan en la lingüística aplicada o en la lingüística
cognitiva.’ Esta opinión hace referencia a la visión opuesta
que argumenta que la linguística aplicada sí dispone de una
propia teorización para la resolución de problemas dentro de
un contexto social.
La pregunta sobre la ventaja de trabajar dentro de la dimensión de la lingüística aplicada produjo respuestas más claras. El informante que define la lingüística aplicada como ‘didáctica de lenguas extranjeras’ considera la interacción con los estudiantes un elemento central. Según él, no es posible realizar investigaciones sobre métodos de enseñanza de lenguas extranjeras sin el trabajo con alumnos en el aula. Esta visión contrasta con la realidad en algunos centros de enseñanza donde los investigadores perciben la docencia concreta como actividad subordinada a la investigación. Dos informantes consideran la retroalimentación directa como la ventaja más grande del trabajo dentro de la lingüística aplicada. Según ellos, es un medio inestimable de automejora y un estímulo para cuestionar los conceptos y teorías que un docente aplica a la hora de enseñar. Otro informante hace hincapié en ‘el enriquecimiento permanente del trabajo dentro de la lingüística aplicada’, pero al mismo señaló la frustación de ‘un trabajo nunca acabado’. El carácter abierto e interdisciplinario constituye la mayor ventaja para el último informante. Esta interdisciplinariedad permite ‘combinar este enfoque [de la lingüística aplicada] con otros enfoques (literarios y culturales).
Con la quinta pregunta se intentó medir las expectativas que tienen los informantes sobre el futuro desarrollo de la lingüística aplicada. Para un informante, los retos futuros son vinculados con el desarrollo de la didáctica de las lenguas extranjeras. Menciona que hace falta ‘una integración entre las componentes tradicionales (gramática y vocabulario) y los componentes comunicativos (nociones y funciones)’. Según el mismo informante, la lingüística aplicada también tendrá que desarrollar una delimitación más clara entre la didáctica de la primera lengua y la didáctica de lenguas extranjeras. Los demás informantes ven la modernización de los métodos de enseñanza e investigación mediante el uso del internet como el reto esencial. Uno de ellos especifica que una preocupación de nuestra disciplina tendría que consistir en ‘la incorporación e integración inminente y necesaria de datos obtenidos mediante la informática y también en la necesidad de afinar la información obtenida a través de la lingüística aplicada.’
La última pregunta, ‘¿A quiénes de sus colegas describiría como lingüistas aplicados?’ arroja luz sobre el concepto de ‘lingüistas aplicados’ que tienen los profesionales en las llamadas ciencias del lenguaje.’ Todos coinciden en que los docentes que enseñan traducción se pueden considerar como tales. Un informante, docente de traducción, sólo define como lingüistas aplicados a sus ‘colegas que se dedican a la traducción o a la enseñanza de idiomas partiendo de enfoques lingüísticos’. Dado que este informante se dedica a ‘la traducción intercultural basándome en teorías como la del polisistema y en nociones tomadas prestadas de los estudios culturales y del poscolonialismo’, puede afirmarse que no se considera como lingüista aplicado. Además de esas observaciones, esta pregunta es de gran utilidad para identificar a más lingüistas aplicados para una investigación más profunda y amplia.
V. Conclusiones.
A pesar del tiempo limitado para realizar este estudio, la falta de identificación de más lingüistas aplicados, y la reserva de profesionales en las ciencias del lenguaje para expresar sus visiones sobre la lingüística aplicada, esta investigación sí produce algunas observaciones preliminares válidas.
Los resultados reflejan la dicotomía que existe en cuanto a la percepción de la lingüística aplicada: la visión reduccionista (‘linguistics applied) y la visión amplia (applied linguistics). Tal dicotomía también aparece en las respuestas sobre el quehacer de la lingüística. La mitad considera los componentes ‘clásicos’ (enseñanza de lenguas extranjeras y traducción) como las ocupaciones básicas de la lingüística aplicada, mientras los demás siguen la corriente más moderna que la describe como dimensión presente en todas las ciencias del lenguaje dedicadas a la solución de problemas dado que surgen en la comunicación dentro de un contexto social. Sin embargo, todos coinciden en que una de las grandes ventajas de trabajar en esta disciplina consiste en su utilidad concreta. Cabe mencionar la importancia de la incorporación de los medios informáticos en las investigaciones de la lingüística aplicada que percibe la mitad de los informantes como reto esencial.
La diversidad en las respuestas de una muestra tan limitada, indica que la lingüística aplicada no es un campo unificado y transparente. Por lo tanto, es preciso investigar a escala más amplia la percepción de ella en los diversos entornos lingüísticos de todas las ciencias del lenguaje (traductores, investigadores, profesores). De tal manera, se podría llegar a un ‘prototipo’ de la lingüística que nos revelaría sus mayores logros hasta la fecha, en qué dirección debería desarrollarse, y de qué manera se podrían mejorar y actualizar las formaciones en lingüística aplicada.
Referencias
Bouton, Charles. (1982). La Lingüística Aplicada. Fondo de Cultura Económica. Pp.7-34
Davies, Alan. (1999).
Chapter 1. History and ‘definitions’ en An Introduction to Applied
Linguistics.
From Practice to Theory. Edinburgh
University Press. England.
Gabbiani, Beatriz. (2002).
“La lingüística aplicada en el Uruguay: trayectoria de una existencia
anónima”
en Curcó, C. et al (Eds.)
Contribuciones a la lingüística aplicada en América Latina.
México:
CELE-UNAM. 427-438
Payrató, Lluis.
(1998). Cap. 2. Lingüística y Lingüísticas, en De
Profesión, lingüista.
Panorama de la Lingüística Aplicada.
Editorial Ariel, S.A. Barcelona.
Tobío A., Carmen.
(2002). ¿Qué es la lingüística aplicada?, en la
Unidad 1 de Introducción a la
lingüística aplicada. Módulo en
línea del Programa de Actualización en Lingüística
Aplicada para
profesores de lenguas.
http://comenius.cele.unam.mx/alad